sábado

Ni tú, ni yo, ni perro que nos ladre, ni el calor del sol.

Te extraño, extraño tu sonrisa, Y todavía derramo una lágrima de vez en cuando. Y aunque ahora todo es diferente, todavía estás aquí de alguna manera. Mi corazón no te dejará ir, y necesito que sepas que te extraño.
Sé que estás en un lugar mejor. Pero me gustaría poder ver tu rostro. Sé que estás donde debes estar. A pesar de que no estás aquí conmigo.

miércoles

Haz que se pregunten por qué sigues sonriendo.

Y sentí como mi mundo se derrumbaba en un abrir y cerrar de ojos. Sus palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez. Sentía como mis ojos se iban humedeciendo y como empezaban a humedecer mis mejillas, incluso mis labios. No podía creer lo que acababa de oir, él, el de siempre, mi amor, ya no era mío, no, era de otra. Otra que nunca llegaría a quererle ni una milésima parte de lo que le quiero yo, seguro que ni siquiera había soñado con él antes de conocerle. Se había ido, sin mí, aunque conmigo, porque mi amor se iba con él, todo lo mío era suyo. Ya no tenía ganas de volver a amar, no de esa manera, pondría la mano en el fuego a que nuestro amor era un amor puro, de esos de películas que día a día va aumentando la intensidad de la relación, nos queríamos a rabiar, hubiéramos matado incluso monstruos, yo por él, él por mí. Lo peor de todo es como sentía que nadie llegaría a llenar ese vacío, nadie que no fuera él.

martes

Quien te quiere de verdad no te deja marchar, el orgullo no gana al corazón.

Por ti, por mí, por nosotros, por quererte a cada segundo y por hacerte sonreir. Por los sábados de fiesta y los domingos de resaca, por lo lunes de abrazos y los martes de besos en la cama, por los miércoles sin vernos y por los jueves sin hablarnos y obviamente por lo viernes de reconciliación. Por los cincos, los dieciséis y los doses, por cada gesto que haces y en el que yo no estoy y por aquellos en los que sí. Por no entendernos nadie incluidos nosotros. Por regalar sonrisas al mundo en días de lluvia y días de sol. Por ojos marrones que dicen más que unos ojos verdes. Por Halloween en los que ya no estás y nunca estuviste, por noviembre sin ti al igual que octubre. Por ser siempre cinco menos en vez de cinco más.


domingo